En muchas ocasiones todos preferimos a un buen villano antes que aun héroe perfecto, aunque claro, sabemos que no todo se basa en polaridades: no todo es completamente obscuridad y no todo es luz.
La mayoría de personas en la vida real cuentan con una moralidad bastante gris, donde tantos nuestras acciones y pensamientos se balancean para tener cierto equilibro, sin embargo, en la ficción esta cualidad puede llevarse al extremo o explorar la forma en la que el entorno puede llevar a los personajes al extremo de su humanidad, tal es el caso de Azula del mundo de Avatar y Dabi de My Hero Academia, dos personajes que podemos encontrar en diversos fanarts, debido a que son más parecidos de lo que podríamos ver.
Ambos tienen puntos muy esenciales en común y también son una muestra ficcional de como las personas pueden cambiar debido a las exigencias de su entorno, evocando sentimientos y emociones que podrían arraigarse en el interior de las personas, guiando sus acciones sin ver más allá, hasta el punto de causar daño a las personas a su alrededor y a ellos mismos.
Ambos cuentan con un poder bastante similar, pues ambos dominan un fuego azul visualmente impresionante y más intenso que el tradicional. Azula genera fuego azul como reflejo de su perfeccionismo, frialdad y control absoluto, esto la coloca por encima incluso de su padre y otros maestros fuego; mientras que Dabi evoca un fuego azul tan caliente que destruye su propio cuerpo, lo cual actúa como una metáfora al propio desprecio que se tiene.
No es coincidencia que ambos tengan este mismo tipo de poder, pues simbólicamente el fuego azul no solo representa poder, sino también desequilibrio interno, en una especie de suerte donde su poder también los consume.
Aunque claro, todos estos sentimientos destructivos no surgieron de la nada y lamentablemente es algo que ambos personajes también comparten: tanto Azula como Dabi fueron víctimas de padres autoritarios y emocionalmente abusivos.
Las exigencias puestas en ambos por parte de sus padres los llevo al externo, haciéndolos creer sólo eran valiosos en cuanto cumplieran sus expectativas, sin apreciar las personas que eran por sólo ser sus hijos. Al desdibujar que invalidar sus personalidades por parte de sus padres, ambos terminaron por convertirse en su versión más obscura.
A pesar de lo anteriormente mencionado, ambos son personajes altamente vulnerables. El fuego que usan para destruir o hacer sufrir es una pantalla para su sufrimiento.
Son villanos, sí, pero también niños heridos que nadie salvó a tiempo. Este dolor que posteriormente se convirtió en dolor también los detuvo de crear vínculos afectivos duraderos y fuertes, por lo nadie pudo detenerlos de convertirse en personajes letales. Sin necesidad de considerar un arco de redención, lo cierto es que estos personajes están guardados en un lugar especial en el corazón de los fans, porque conocen sus orígenes, no dejan de lado que en efecto son villanos, pero también pueden ver que Son víctimas que nunca aprendieron a sanar, porque nunca nadie les enseñó cómo.
Su tragedia no es su poder, sino su soledad, algo que puede tocar las fibras sensibles de muchas personas.